2015 es el año en el que finaliza la Década de Educación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y durante el cual el ámbito de la Educación Ambiental se aproxima a su 25 aniversario. Al considerar el estado actual del Planeta sólo podemos concluir que, a pesar de algunos escasos progresos en ciertas partes del mundo, el escenario global es bastante desalentador a medida que la humanidad afronta continuas pérdidas en biodiversidad y ecosistemas, está abocada al cambio climático y a un aumento de la toxicidad de nuestras aguas, del aire, los suelos y de nuestros propios cuerpos.
En lo referente al estado de las personas podemos ver que una gran parte de la población del planeta es más rica y con acceso a bienes de consumo, ICT y educación. A pesar de ello, todavía hoy existen cerca de mil millones de personas sin acceso a agua potable ni a un trabajo justo y digno. Mil millones de personas están actualmente mal nutridas mientras que otros mil millones sufren de sobrepeso o incluso obesidad. Todavía hoy prevalecen los abusos de poder, las desigualdades y la marginalización. Al considerar el triplete Personas, Planeta y Provecho (People, Planet and Profit) durante los últimos 50 años sólo podemos concluir que la “P” de Provecho ha funcionado mejor que las otras dos “P”. 50 años de Educación Ambiental y 10 años de Educación para el Desarrollo Sostenible, sin mencionar los abordajes educativos relacionados, han tenido algún efecto, aunque demasiado pequeño aún, en permitir la transición de “hacer las cosas que hacemos mejores y más eficientes” a “hacer mejores cosas”.
Una de las cosas que pueden haber cambiado es el interés del sector privado en el medio ambiente y en la sostenibilidad. A pesar de que los legisladores agradecen el interés del mundo empresarial y el sector privado hacia el medio ambiente y, en particular, en la educación para la sostenibilidad, los educadores son cautos en reconocer este interés temiendo que las personas y el planeta estén siendo víctimas de unos pocos intereses económicos. Al final no es la economía verde sino la sociedad verde la que importa, una sociedad en la que las personas y el planeta sean servidos por la economía y no al revés. Lo mismo es cierto para la educación. La educación y la formación a lo largo de toda la vida está cada vez más siendo re-orientadas hacia el mundo del trabajo con la finalidad de servir intereses económicos a corto plazo. En este proceso, la educación y la enseñanza diseñadas teniendo en consideración a las personas y al planeta está en riesgo de ser excluidos. Afortunadamente hay un creciente espacio tanto en educación como en el mundo de los negocios donde se están diseñando e implementando modelos educativos y económicos alternativos que tienen en consideración a las personas y al planeta.
Con el estado de las personas y el planeta bajo continuada presión y amenazas y la urgencia, más que nunca, de responder a los desafíos de la sostenibilidad global, WEEC 2015 revisará, reconsiderará y re-imaginará el papel de la educación y la enseñanza en encontrar los caminos para que las personas, jóvenes y mayores, y el planeta se desarrollen en mayor armonía.
Bienvenidos a Gotemburgo para continuar el debate.
Profesor Arjen Wals,
Chair International Advisory Panel for WEEC2015
